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Mi verdad es sólo mía. Toma mis experiencias si así gustas, pero guíate por las tuyas, porque el Camino lo caminas solo. Se tu propio guía.


















domingo, 9 de abril de 2017

De enteógenos, monjas pagano-voladoras y la pureza de la raza

Como seguramente habrás ya visto en algún sitio de internet en tus incursiones de ávido aprendiz de brujería, mi caro lector, hay cierto tipo de administradores de foro, autores de blog y similares en este nuestro mundillo brujeril que se manejan de una forma, como mínimo, muy particular, en distintas variedades:
La Copyright-witch: Todo lo que pongo, es mío, sólo mío y nada más que mío, y si lo copias, te pongo dos velas negras por donde nunca te da el sol, y agárrate Catalina como cuestiones algo.
La Mamápollo witch: Que toda la vida de nuestro señor Odín te tratará como si tuvieras dos años, y con la excusa de protegerte, nunca te dirá ni toda la verdad, ni te dejará crecer por tu cuenta, ni te dará bibliografía. Toda la información te la pasará cribada, lavada, centrifugada, tendida y pasada por su mano, y ni se te ocurra protestar, porque vuela la chancla.
La Select secrets witch: La que te dice: Este conocimiento es para mi grupo de amiguísimas selectas, que yo decido quién,  cómo, cuándo y en qué forma podrá adquirir el título de Megabruja Capaz Titulada. Y nadie, absolutamente nadie entra y sale de este círculo por la gloria de mi mano de Gloria. Faltaría más.
Y luego tenemos la Compendium Witch: Que viene siendo la que reúne en su sola persona todas las categorías anteriores. O sea, hágase por el poder de mi voluntad el convento pagano., del que nadie sale, que entrará quien yo diga, aprenderá lo que yo decido y sobre todo todísimo, habrá de cantar mis alabanzas a modo de penitente salmodia, mientras no haces más nada que vivir para nuestro grupo de WhatsApp, que tendrá como mínimo 800 mensajes diarios en los que quedarán recogidos todos y cada uno de los llantos de Nuestra Señora de las Cuitas Múltiples y sus más queridas y cercanas novicias, amadas y dejadas por sus ya no tan pacientes novios/esposos, hasta las bolitas de aguantar tánta desatención de sus masculinas personas en pro de la única fe de sus ¿damas?. Ay, me estoy perdiendo...
Y aquí, obviamente, caro lector, que si te quiero es porque eres un jodido cuestionador y desobediente, te preguntas ¿en qué momento del día practican la magia estas egregias y solemnes brujas? Porque (aquí sacas tu Casio científica de la secundaria)  calculas el tiempo que se lleva cada uno de los 800 mensajes de W.App, más el tiempo de posteo del foro, el artículo del blog y sus debates posteriores, los ratitos de ir al baño y comer y -oh dolor, oh campos de soledad- te salen faltando 2 minutos de las 24 horas del santo día ¿¿¿???.  Claro, no lo entiendes. Yo tampoco, francamente.
Piénsalo:  La brujería lleva ciertamente una dedicación plena, claro, pero sin desatender la vida diaria, ni a tu marido ni a tu gato. Tu marido, tu casa, tu gato, forman parte de tu vida, esa vida que vives mágicamente, desde que te levantas hasta que te acuestas. La forma en que revuelves tu café es magia, y no necesitas contarle a tu magister y acólitas cada gas que se te escapa. Eso no es vivir mágicamente, es permitir que la magia mal entendida por el ego, también muy mal entendido de tu magister te viva a tí, consumiéndote la energía.  Esa energía que necesitas para salir a identificar hierbas, para secarlas y procesarlas, para usarlas en quien necesite curarse o para ayudarte en tus primeros vuelos o lo que sea productivo para ti, no para levantar el ego de alguien que ya bastante crecido lo tiene como para afirmar sandeces como que hay que ser de "pura raza española para llegar a Volar". Y aquí ya tocamos hueso en la poca chicha que ya venía teniendo este asado. Atención, caro lector, aquí va tu pie:
¿Qué es exactamente Volar? Buena pregunta hijo mío.
Explicado corto y sintético, un vuelo es el resultado de una serie de prácticas de ritos chamánicos, esto es, inducciones de estados alterados de conciencia, véase mediante el uso de sustancias psicoactivas, enteógenas y/o hipnóticas, cantos y danzas rítmicamente repetidas, autoflagelaciones, meditaciones, etc, etc. (Aquí tienes pie, lector, te dejo preguntar):
Pero esto no lo hacen sólo los chamanes o sacerdotes de Europa ¿o sí?. Chico listo, no, la respuesta es no.
Desde los tiempos de Maricastaña, que para ubicarte bien podríamos situarlos entre el 2500 a.c. (Sí, antes de Yisuscraist), ya varias civilizaciones repartidas en todo el mundo -sí, hombre TODO EL MUNDO- han venido haciendo uso de estas diferentes técnicas de inducción al vuelo, desde los chamanes de la tundra siberiana, griegos, egipcios primitivos, olmecas, chavines, mayas, aztecas, paracas...¡¡ Anda, qué de civilizaciones sudacas estás mencionando tía Moon!!, creía que los sudacas no volábamos...hay que joderse...
Bien, que sí, que hay que estar muy fumado de cucumelos o ser muy, pero que muy ignorante para largar una afirmación tan imbécil como que el vuelo es Made in Spain. Ni que el vuelo fuera la fregona, o el Cerco tenga puesta frontera en Gibraltar, como diría mi amigo Juanito.
Y ni hablar de los animales del Cerco: ¿Por qué sólo serpientes, cuervos, sapos...? Si descartamos que volar no es exclusivo de las europas, déjame decirte que un jaguar, un puma o un quetzal son tan buenos o más para conectarte con los mundos como los otros, es cuestión de afinidad cultural. Nada más ni nada menos. Pregunta, anda, que te veo la cara, lector.
¿Y la pisada de la bruja y su cruce de los mundos? Muy buena pregunta amigo. Tampoco tienen la exclusiva las pagano monjas.
Desde los amados vikingos, esos nobles hombretones rubio-altísimos y su concepción cosmogónica del árbol Ygdrassil  (una pisada de bruja como la copa de un pino), cuyas ramas llegaban al Arriba, al Asgard, hogar de los dioses, conectando el Intermedio donde viven los mortales y cuyas raíces llegaban al Inframundo, y cuyas dos aspas cardinales llevaban a los otros seis mundos, al Merkabah hebreo, que ya es el desarrollo tridimensional de una pisada, definido por el esoterismo moderno como vehículo interdimensional isométrico ( o sea, en castellano llano, para moverse entre los mundos, más claro échale agua), pasando por la concepción de las culturas mesoamericanas del axis mundi (arriba, tierra, inframundo, o sea, el stang de toda la vida entrelazado por la cruz cardinal, y hala, ya tenemos también una pisada).

O sea, que de copyright europeo y exclusivo, nada de nada.Y es que la cosa se resume en una simple frase: Donde crece la mandrágora, no llega el wi-fi.