Como
seguramente habrás ya visto en algún sitio de internet en tus incursiones de
ávido aprendiz de brujería, mi caro lector, hay cierto tipo de administradores
de foro, autores de blog y similares en este nuestro mundillo brujeril que se
manejan de una forma, como mínimo, muy particular, en distintas variedades:
La Copyright-witch: Todo lo que pongo, es
mío, sólo mío y nada más que mío, y si lo copias, te pongo dos velas negras por
donde nunca te da el sol, y agárrate Catalina como cuestiones algo.
La Mamápollo witch: Que toda la vida de
nuestro señor Odín te tratará como si tuvieras dos años, y con la excusa de
protegerte, nunca te dirá ni toda la verdad, ni te dejará crecer por tu cuenta,
ni te dará bibliografía. Toda la información te la pasará cribada, lavada,
centrifugada, tendida y pasada por su mano, y ni se te ocurra protestar, porque
vuela la chancla.
La Select
secrets witch: La que te dice: Este conocimiento es para mi grupo de
amiguísimas selectas, que yo decido quién, cómo, cuándo y en qué forma podrá adquirir el
título de Megabruja Capaz Titulada. Y nadie, absolutamente nadie entra y sale
de este círculo por la gloria de mi mano de Gloria. Faltaría más.
Y luego
tenemos la Compendium Witch: Que
viene siendo la que reúne en su sola persona todas las categorías anteriores. O
sea, hágase por el poder de mi voluntad el convento pagano., del que nadie
sale, que entrará quien yo diga, aprenderá lo que yo decido y sobre todo
todísimo, habrá de cantar mis alabanzas a modo de penitente salmodia, mientras
no haces más nada que vivir para nuestro grupo de WhatsApp, que tendrá como
mínimo 800 mensajes diarios en los que quedarán recogidos todos y cada uno de
los llantos de Nuestra Señora de las Cuitas Múltiples y sus más queridas y
cercanas novicias, amadas y dejadas por sus ya no tan pacientes novios/esposos,
hasta las bolitas de aguantar tánta desatención de sus masculinas personas en
pro de la única fe de sus ¿damas?. Ay, me estoy perdiendo...
Y aquí,
obviamente, caro lector, que si te quiero es porque eres un jodido cuestionador
y desobediente, te preguntas ¿en qué momento del día practican la magia estas
egregias y solemnes brujas? Porque (aquí sacas tu Casio científica de la
secundaria) calculas el tiempo que se
lleva cada uno de los 800 mensajes de W.App, más el tiempo de posteo del foro,
el artículo del blog y sus debates posteriores, los ratitos de ir al baño y
comer y -oh dolor, oh campos de soledad- te salen faltando 2 minutos de las 24
horas del santo día ¿¿¿???. Claro, no lo
entiendes. Yo tampoco, francamente.
Piénsalo:
La brujería lleva ciertamente una
dedicación plena, claro, pero sin desatender la vida diaria, ni a tu marido ni
a tu gato. Tu marido, tu casa, tu gato, forman parte de tu vida, esa vida que
vives mágicamente, desde que te levantas hasta que te acuestas. La forma en que
revuelves tu café es magia, y no necesitas contarle a tu magister y acólitas cada
gas que se te escapa. Eso no es vivir mágicamente, es permitir que la magia mal
entendida por el ego, también muy mal entendido de tu magister te viva a tí,
consumiéndote la energía. Esa energía
que necesitas para salir a identificar hierbas, para secarlas y procesarlas,
para usarlas en quien necesite curarse o para ayudarte en tus primeros vuelos o
lo que sea productivo para ti, no para levantar el ego de alguien que ya
bastante crecido lo tiene como para afirmar sandeces como que hay que ser de "pura raza española para llegar a
Volar". Y aquí ya tocamos hueso en la poca chicha que ya venía
teniendo este asado. Atención, caro lector, aquí va tu pie:
¿Qué es
exactamente Volar? Buena pregunta hijo mío.
Explicado
corto y sintético, un vuelo es el resultado de una serie de prácticas de ritos
chamánicos, esto es, inducciones de estados alterados de conciencia, véase
mediante el uso de sustancias psicoactivas, enteógenas y/o hipnóticas, cantos y
danzas rítmicamente repetidas, autoflagelaciones, meditaciones, etc, etc. (Aquí
tienes pie, lector, te dejo preguntar):
Pero
esto no lo hacen sólo los chamanes o sacerdotes de Europa ¿o sí?. Chico listo,
no, la respuesta es no.
Desde
los tiempos de Maricastaña, que para ubicarte bien podríamos situarlos entre el
2500 a.c. (Sí, antes de Yisuscraist), ya varias civilizaciones repartidas en
todo el mundo -sí, hombre TODO EL MUNDO- han venido haciendo uso de estas
diferentes técnicas de inducción al vuelo, desde los chamanes de la tundra
siberiana, griegos, egipcios primitivos, olmecas, chavines, mayas, aztecas, paracas...¡¡
Anda, qué de civilizaciones sudacas estás mencionando tía Moon!!, creía que los
sudacas no volábamos...hay que joderse...
Bien,
que sí, que hay que estar muy fumado de cucumelos o ser muy, pero que muy
ignorante para largar una afirmación tan imbécil como que el vuelo es Made in
Spain. Ni que el vuelo fuera la fregona, o el Cerco tenga puesta frontera en
Gibraltar, como diría mi amigo Juanito.
Y ni
hablar de los animales del Cerco: ¿Por qué sólo serpientes, cuervos, sapos...?
Si descartamos que volar no es exclusivo de las europas, déjame decirte que un
jaguar, un puma o un quetzal son tan buenos o más para conectarte con los
mundos como los otros, es cuestión de afinidad cultural. Nada más ni nada
menos. Pregunta, anda, que te veo la cara, lector.
¿Y la pisada
de la bruja y su cruce de los mundos? Muy buena pregunta amigo. Tampoco tienen
la exclusiva las pagano monjas.
Desde
los amados vikingos, esos nobles hombretones rubio-altísimos y su concepción
cosmogónica del árbol Ygdrassil (una
pisada de bruja como la copa de un pino), cuyas ramas llegaban al Arriba, al
Asgard, hogar de los dioses, conectando el Intermedio donde viven los mortales
y cuyas raíces llegaban al Inframundo, y cuyas dos aspas cardinales llevaban a
los otros seis mundos, al Merkabah hebreo, que ya es el desarrollo tridimensional
de una pisada, definido por el esoterismo moderno como vehículo
interdimensional isométrico ( o sea, en castellano llano, para moverse entre
los mundos, más claro échale agua), pasando por la concepción de las culturas mesoamericanas
del axis mundi (arriba, tierra, inframundo, o sea, el stang de toda la vida entrelazado
por la cruz cardinal, y hala, ya tenemos también una pisada).
O sea,
que de copyright europeo y exclusivo, nada de nada.Y es que la cosa se resume
en una simple frase: Donde crece la mandrágora,
no llega el wi-fi.